Colombia, con su rica diversidad geográfica y potencial energético, se encuentra en una trascendental transición hacia fuentes de energía mas limpias y sostenibles. Si bien, el país ha dado pasos significativos en el desarrollo de energías renovables en los últimos años, aun enfrenta desafíos importantes que obstaculizan su pleno aprovechamiento.
Uno de los principales desafíos que enfrenta el país en esta temática, es la necesidad de desarrollar una infraestructura adecuada con la que permita aprovechar plenamente el potencial energético que posee, así lo menciona Laura Ruiz, Ingeniera Electricista de Westing Electric. A pesar de contar con abundantes y diferentes recursos naturales, tales como, luz solar, viento y agua la falta de infraestructuras en áreas rurales y remotas dificulta la expansión de los proyectos.
Otro factor importante es el marco regulatorio y político del país porque, aunque se han implementado políticas para fomentar la inversión en energías limpias, como excepción del IVA y las deducciones del impuesto de renta, aún existen barreras legales que limitan su crecimiento. Ahora bien, el financiamiento y los grandes costos siguen siendo un desafío significativo para los proyectos de energías renovables en Colombia. A pesar del interés creciente por parte de inversionistas locales e internacionales, los altos costos iniciales para su desarrollo e implementación de infraestructura renovable siguen siendo altos, lo que genera menos asequibilidad.
Según Ruiz, la educación y la conciencia ambiental juegan otro papel fundamental y crucial en la transición hacia un modelo energético mas sostenible y para esto, es necesario fomentar la sensibilización sobre los beneficios ambientales y económicos, así como promover la adopción de prácticas de consumo energético más eficientes y sostenibles en la sociedad. Para concluir, a pesar de los desafíos que se enfrenta en el país, Colombia tiene un enorme potencial para convertirse en un líder regional en el desarrollo de energías renovables. Para conseguirlo necesita mayor claridad y estabilidad en las políticas energéticas, con el fin de atraer inversiones y fomentar la innovación en el sector. Así mismo, es necesario un esquema de financiamiento asequible y programas de incentivos educativos para ayudar e implementar nueva mentalidad y comportamiento de los ciudadanos y empresarios hacia un uso más responsable y sostenible de la energía.